- Estando en Canarias vi un montón de pequeños hornos de forma abombada que hacían un pan y unos asados del quince.
Los hacen allí con lo que ellos llaman piedra muerta, es decir roca de lava que ha pasado por su correspondiente volcán y que una hoguerica de una aliaga y cuatro palitroques se la suda.
- Para fabricarlos hacen un montón de barro de la forma que mejor les parece, generalmente semiesférica, y encima de él colocan las piedras cuidando que se apoyen unas a otras para resistir y uniéndolas con barro. Cuando está todo seco sacan el barro del interior y ya lo tienen.
- Esta era la idea que llevaba yo para hacerme uno, sustituyendo la piedra muerta por ladrillos refractarios, cuando,
después de oír hablar a mi compañero de trabajo Martín Sanz de un horno de adobes que se había hecho su padre D. Antoliano Sanz del Olmo en su pueblo de Soria,
Valdealvillo, hace un montón de años, y guiado un poco por sus consejos, un poco por mi experiencia de Canarias, cambié los planes y empecé rápidamente la obra.
Y con la ayuda entusiasta de mi tío Lorenzo, sobre todo a medida que iba viendo los resultados de cada fase, lo terminé.
- Aquí veremos como lo hicimos en el mes de mayo de 1.999 en La Hoz de la Vieja (Teruel).
Si quieres saber más de La Hoz de la
Vieja visita su web www.lahozdelavieja.com
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Como hacer el molde de
los adobes
1.- Para preparar el molde necesitamos un tablón de
madera de 3 mm. de espesor según el dibujo adjunto, (ver plano 1) que recortaremos y uniremos mediante espigas de madera y cola de carpintero. No valen los tableros de aglomerado porque se desharían con el agua.
2.- Es necesario que le apañemos unas asas, porque si no es difícil manejar el molde.
3.- Podemos cortar la madera con una sierra de calar. Aunque no quede muy perfecto es igual.
4.- El molde tiene que salir parecido a un almud pero sin culo, abierto por arriba y por abajo.
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Amasado
del barro
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Haciendo
los adobes
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Secado
al sol
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Preparación de
los adobes
1.- Se necesitan seis sacos de plástico de 50 Kg. llenos de arcilla tamizada o porgada (una malla de 5 mm. es suficiente).
2.- Un saco más grande de paja de trillo. Debe ser de trillo para que la masa de los adobes quede bien trabada. La de cosechadora no vale.
3.- Mezclarlo todo bien en un hoyo con una pala y echar agua de la manera que se amasa el cemento en el suelo. Se amasa con los pies, echándole el agua necesaria para que quede más bien pastosa, compacta y moldeable.
4.- Una vez que tenemos la pasta vamos llenando el molde y dejando los adobes en el lugar que hayamos elegido para que se sequen. Llenamos el molde por la boca ancha, le damos la vuelta y golpeamos con cuidado en el suelo para que caiga.
5.- Cada vez que fabriquemos un adobe sumergimos el molde en agua para que la arcilla no se quede pegada y el siguiente salga con facilidad. Es muy importante que la arcilla esté bien amasada y que esté compacta para que los adobes no se espachurren y no tengamos que repetir el trabajo.
6.- Cuando están hechos les vamos dando la vuelta cada dos días, cuidando de que no se hielen porque si eso ocurre se agrietan y hay que tirarlos y hacerlos de nuevo. En un par de semanas estarán listos para la acción.
Necesitamos como mínimo 80 adobes.
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Preparación de
la puerta
1.- Hay mil maneras de hacer la puerta, incluso comprar una hecha con cristal, luz, termostato y todo. Pero una forma sencilla, rápida y barata es coger un bidón de aceite vacío de 50 l., dibujar la plantilla del
plano 2 en papel, recortarla y colocarla sobre él, dibujar el perímetro en el bidón y recortarlo con una radial sin desdoblar la chapa. Le doblamos las patillas y ya tenemos puerta. Cuando tengamos que cerrarla para hacer el asado ya pensaremos en algo, que podría ser una chapa tapando la entrada sujeta con una piedra.
2.- Es conveniente dejar en la puerta unos 4 agujeros diámetro 8 mm., para dejar salir el vapor y que la pieza de asado salga crujiente y no quede como cocida. Este efecto lo podemos conseguir sin taladrar, si la puerta no encaja muy bien con la boca. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que unos agujeros o rendijas demasiado grandes contribuyen a la pérdida de calor del horno y a que el asado no salga como tiene que ser.
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Preparación del basamento
1.- Si hacemos un horno de 80
cm. de diámetro interior y una pared de 20 cm. de grosor, necesitaremos
preparar una plataforma elevada de 120 cm. de diámetro, aunque sería bueno
tener en cuenta dejar alrededor del horno, o en la parte de él que sobresalga
de la pared o el muro al que lo hayamos adosado, una cornisa de al menos 10 cm. (ver
plano 3) .
2.- Esta plataforma primaria tendrá un hueco de 1 m. de diámetro y una
profundidad de 19 centímetros que se rellenarán:
- -en la capa de abajo con 7 cm. de arena lavada fina, compactada con la
paleta,
- -en la siguiente con 7 cm. de sal gorda que servirá para retener el
calor. Esta capa puede ser también de ceniza de estufa, muy bien quemada y
porgada fina y bien compactada.
- -encima de esta capa y enrrasando con la superficie de 120 cm. se colocarán
los ladrillos refractarios, preferentemente de 5 cm. de grueso (32 serán
suficientes), apretando la ceniza o la sal, quitando y poniendo de éstas en
el lugar que sea necesario, rompiendo los ladrillos de manera que se ajusten
lo mejor posible a la circunferencia del hueco, para que quede enrrasada y
firme la superficie donde vamos a colocar los adobes. (Fig. 3).
3.- El suelo podría hacerse con adobes de arcilla de tamaño y forma similar a
los ladrillos, pero lo más seguro es emplear refractarios.
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Lorenzo y Joaquín
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El horno terminado
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Construcción del horno
Ahora empezamos la parte más rápida, divertida y
gratificante del trabajo.
Pero lo primero que debemos
hacer es ELEGIR BIEN SU SITUACIÓN. Para ello debemos tener en cuenta las
siguientes variables:
-El VIENTO. Deberemos elegir una orientación de la puerta de espaldas a los
vientos dominantes o corremos el riesgo de no poder encender el horno debido a
que el viento revoca el humo y ahoga el horno.
-El SOL. Si lo vamos a usar en verano preferiremos un lugar a la sombra. Si en
invierno elegiremos un lugar soleado. Lo mejor es hacerlo bajo un árbol de hoja
caduca sin riesgo de que se incendie.
-El ESPACIO. Debemos tener un sitio amplio que permita movernos a nosotros y a
nuestros ayudantes. Con un sitio para poner una mesa de trabajo y la leña.
Una vez elegido el mejor sitio procedemos a la construcción.
1.- Debemos tener preparada la plataforma, los adobes (mínimo 80) y tener
preparados unos 10 de ellos cubiertos de abundante agua desde 8 horas antes.
2.- Cada vez que coloquemos un adobe seco debemos sumergirlo en agua un
instante, sólo para que se moje y agarre mejor con el barro.
3.- Sobre esta plataforma colocamos centrado un cartón previamente recortado de
80 cm. de diámetro, o de 60 cm. si lo queremos hacer más pequeño (ver
plano 1), que nos servirá de guía para colocar los adobes a su
alrededor, y que quemaremos el día de la inauguración.
4.- Colocaremos primero la puerta, que será un recorte, según la plantilla, de
un bidón de aceite de cincuenta litros con sus patillas dobladas para apoyar.
5.- Después a partir de la puerta colocamos los adobes siguiendo la
circunferencia del cartón con barro en el suelo y entre ellos, . El barro de
unión será el mismo que utilizamos para hacer los adobes, y lo tendremos
preparado, antes de empezar la obra, mezclando la arcilla con la paja, añadiéndole
agua y amasando. Tendremos preparados también unos cuantos adobes a
remojo 8 horas antes de empezar a colocarlos. De esta manera empapan el agua y
conseguimos cubitos de barro muy maleables y trabados.
6.- Es bueno hacer las dos primeras capas de adobes a la vez, de manera que el
centro de los adobes de la segunda capa coincida con la línea de unión de los
de la primera. Para ello habremos dejado un espacio entre adobes mayor en la
primera capa, relleno de barro.
7.- A medida que vamos subiendo capas veremos que la forma del horno se hace
sola. Tomaremos la precaución de ir rebozando por dentro con barro, si no toda
la superficie, que no es necesario, sí por lo menos cerrando las junturas entre
adobes.
8.- En las siguientes capas deberemos de tener estas cosas en cuenta y dejar
mayor espacio entre adobes que rellenamos con el barro muy maleable de los
adobes puestos a remojo 8 horas antes.
9.- Cuando lleguemos a la cumbre de la cúpula deberemos resolverlo de la mejor
manera que encontremos, pero con los adobes remojados resultará muy sencillo.
10.- Cuando hayamos acabado la cúpula repasaremos la cumbre por el interior y
rebozaremos el exterior con barro o con cemento. Con barro en muy probable que
se agriete al secarse y que acabe cayéndose a trozos el rebozo. Lo mejor es
hacerlo con cemento.
11.- Para ello forramos el exterior del horno con malla de gallinero, recortada
para adaptarla a la superficie esférica, y sujeta con grapas a la superficie.
12.- Luego mojamos bien el exterior del horno para facilitar el agarre del
mortero.
13.- Una vez preparada la malla y el mortero, se aplica éste sobre la
superficie del horno en una capa de 2 ó 3 cm., dándole la forma con la paleta
o preferiblemente con la mano enguantada.
14.- En la boca del horno, aprovechando que la chapa del bidón sobresale unos
centímetros, le haremos una especie de visera para que aparte las aguas a los
lados cuando llueva y el agua no penetre en el interior si el horno está
descubierto a la intemperie.
15.- El secado del cemento debe ser lento para que no se agriete, por lo que
habremos de mojarlo de vez en cuando en el primer día después de hecho.
16.- Deberemos dejarlo secar al menos dos semanas con la puerta abierta.
17.--Este horno tan pequeño, y pensado para hacerlo al aire libre no necesita
chimenea. Mientras el fuego está encendido (se necesita la misma leña que para
asar a la parrilla un Kg. de carne) la puerta debe de estar abierta. Se cierra
cuando solo queda una débil llama y nada más meter la bandeja con la pieza de
carne o la masa del pan.
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Preparado para el horno
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1.- Se coloca dentro
del horno el prendedor, paja, aliaga, papel, etc, y encima la leña, de manera
que haya fuego abundante para que se calienten bien los adobes. La experiencia
nos enseñará el método.
2.-Si no se tiene
preparada la carne o el alimento que vayamos a asar, este es el momento de
prepararlo mientras se calienta el horno.
3.-Durante la
combustión deberá estar la puerta abierta, pues el horno no tiene chimenea.
Veremos que, a pesar de ello, casi no se produce humo.
4.-Cuando ya esté
consumida casi toda la leña y no quede mas que un poquito de llama, apartamos
todas las brasas a un lado dentro del horno, metemos la bandeja con la pieza ya
preparada, cerramos la puerta y lo dejamos a su aire, según la receta.
Podéis ver la receta de Cabeza
de cerdo asada por Joaquín Ferrer
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